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Flor de Abril es un emprendimiento familiar que tiene un valor muy especial para nosotros porque trajo luz en un momento muy difícil de nuestras vidas.

Corría el 2001 y en medio de la terrible crisis que vivía Argentina, 5 delincuentes desvalijaron nuestra casa con nosotros adentro y para colmo de semejante evento a los pocos días mí papá perdió su trabajo. En ese contexto de angustia, pero con la seguridad de que podían salir adelante poniendo garra, mí mama, Andrea, comenzó a hacer en el patio del pequeño duplex donde viviamos en Hurlingham en ese entonces, algunas velas para vender. Mí papá, Pablo, enseguida colaboró buscando clientes para esos fanales con flores y cañitas rellenas de parafina con los arrancamos.

Con el correr de los meses, se dieron cuenta que tenían la capacidad para crear lindos y originales diseños, y empezaron a capacitarse en gestión para que esto pueda conventirse en una pequeña empresa. 

Empezaron vendiendo a pequeños comercios, preguntando local por local si les interesaban sus productos con su catalogo impreso, y a los poquitos años dieron un gran salto exponinedo en las reconocidas ferias de decoracion "Presentes" , y luego "Cafira". 

De a poco fuimos sumando clientes en todo el país y hoy tenemos más de 300 clientes fieles que nos elijen año tras año.

Durante la pandemia, yo, Moira, hija mayor de Pablo y Andrea, empecé a involucrarme haciendo un re branding, renovando logo, etiquetas, aromas y estetica. Aplicando todo lo que estudie en mi carrera universitaria para mejorar la marca.

Hoy seguimos siendo una empresa familiar, y, como el primer día, seguimos cuidando no sólo la calidad de las materias primas sino, fundamentalmente, que cada producto que sale de nuestro taller este impregnado de toda la energía de esta historia tan linda. Porque estamos convencidos que sólo productos hechos con amor pueden ser parte de momentos especiales.